domingo, 7 de abril de 2002

El temporal del 31 de marzo: crónica de una muerte anunciada


EN ESTOS DIFÍCILES días he encontrado tiempo para rebuscar en la hemeroteca y rescatar algunas líneas de un artículo que publiqué en el periódico EL DÍA, el domingo 11 de noviembre de 2001. Unas palabras que han cobrado repentina y violenta actualidad, convirtiéndose en un desgraciado augurio respecto a los hechos acaecidos el pasado domingo. El motivo del artículo era una reflexión sobre las primeras lluvias del otoño en Tenerife y que - equivocadamente - algunos medios de comunicación habían presentado como catastróficas. Este texto que pasó sin pena ni gloria por las páginas impresas de la sección de Opinión del principal diario de la provincia de Santa Cruz de Tenerife cobra una vigencia funesta en estos tristes días para Tenerife y para toda Canarias.