domingo, 12 de mayo de 2002

El agua y la transformación del espacio palmero


LA PALMA, DESDE el siglo XVI con la colonización hasta bien entrado el siglo XX, experimenta un proceso de deforestación en una demanda continua de suelos para sembrar cereales, vides, higueras y otros frutales, o sencillamente pastos para la importante cabaña ganadera. Los cultivos de regadío, que habían marcado pautas en la historia social de la Isla, siempre estuvieron reducidos a unas pequeñas manchas costeras, en Argual y Tazacorte, San Andrés y Sauces o la Dehesa, en Santa Cruz de La Palma, ligados todos ellos a importantes manantiales que manaban un volumen de agua superior a los 20 Hm3/año.