domingo, 13 de mayo de 2001

PLÁTANO DE CANARIAS, ¿CULTIVO SOCIAL?


Hasta fechas recientes siempre que nos hemos referido al plátano lo hemos hecho como cultivo social, ello se ve determinado con claridad por las más de veinte mil familias que sostiene esta actividad, tanto de forma directa como indirecta. Asimismo, el plátano constituye un garante de las economías rurales, fija población en los espacios alejados de los grandes polos demográficos y zonas turísticas, mantiene el paisaje agrario y singular del Archipiélago y frena los procesos erosivos. 
Todo lo referido justifica de sobra el calificativo de «cultivo social», en otras palabras, que trasciende por encima de la mera estadística económica del PIB y repercute en diferentes planos de la vida del Archipiélago, empezando por lo más básico, la cesta de la compra, influenciada por los costes de los fletes de los barcos que, una vez transportadas más de 350.000 Tm. de plátanos, retornan de la Península. Los más de 7.000 millones de Ptas. pagados por la exportación de este cultivo disminuyen de forma sustancial el precio de las mercancías que estos mismos barcos transportan en su viaje de retorno a las Islas. Además, los plátanos continúan siendo un cultivo social en lugares tan importantes para Canarias como Buenavista, Tejina, Valle Guerra, Las Galletas, Hermigua, Los Sauces, Tijarafe, Barlovento y un largo etcétera. Estos territorios viven de su cultivo, baste con citar los numerosos casos en los que la renta familiar depende de una fanegada (5.248 m) de plátanos o incluso de unos pocos celemines. Por otro lado, en La Palma más de 1.500 personas trabajan sólo en los empaquetados, a los que debemos sumar los que desarrollan su actividad en los medios de transporte, los puertos, el estibaje, la comercialización, etc. Esta visión de elevada consideración de una actividad económica desaparecerá en uno o dos años de repetirse la misma coyuntura del verano pasado. Para explicarlo, veamos el siguiente cuadro:Precio + ayuda .Año 2000 Calidad Precio europea .Julio .Noviembre extra extra 8 ptas./kg. 80 ptas./kg. 68 ptas./kg. 140 ptas./kg. 
La linealidad de las ayudas, es decir, el mismo dinero en julio que en noviembre, perjudica notablemente a los agricultores tradicionales que obtienen rendimientos entre diez y quince mil kilos menos por hectárea, mientras que las empresas de carácter industrial que cultivan, sin apenas mano de obra, reciben la mayor cantidad de dinero europeo porque cortan la fruta en la época más propicia para su comercialización. De ello se deriva la siguiente paradoja: mientras en Bruselas esgrimimos a la agricultura tradicional y familiar para obtener las ayudas, es la agricultura industrial y especuladora la gran beneficiada y la que se lleva la mayor parte del pastel, desplazando, marginando, condenando a la extinción a la primera. Para intentar remediar esta situación se ha creado la «Plataforma para un reparto justo de las ayudas», en contra de las tesis defendidas hasta la fecha por la mayoría de la directiva de ASPROCAN, que alegan que cualquier modificación en la OCM hará peligrar la continuidad de la citada financiación. Las mismas ayudas de las que son los principales beneficiarios, ya que los votos en esta organización se reparten en función de las Tm. de producción; no cuentan desde luego ni las personas, ni el paisaje, ni - por supuesto - lo social.A pesar de que hace mucho tiempo, más de un siglo, que en España el voto dejó de ser censitario, es decir, que sólo votaban unos pocos, los más ricos y poderosos, sin embargo, así funciona la «democracia platanera» de ASPROCAN. Ahora bien, lo social y lo paisajístico no pueden ser utilizados como fachada para el enriquecimiento de los ya de por sí poderosos con dinero procedente de Europa. Las ayudas son y deben ser para los que trabajan y para los que las necesitan como agua de mayo, no para los zánganos.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 13 de Mayo 2001

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