domingo, 30 de marzo de 2003

El albergue de Bolico: algo más que un edificio


LA PASADA SEMANA inauguramos el albergue de Bolico, localizado en Las Portelas, en el Valle de El Palmar, en el municipio de Buenavista del Norte y en el Parque Rural de Teno. Se trata de una instalación que permitirá a todo el mundo disfrutar de un entorno rural y natural de una calidad y variedad excepcional en Canarias. Este albergue aspira a ser una referencia, un lugar de encuentro y de educación ambiental para nuestros jóvenes, en plena naturaleza y en pleno mundo rural. 
En una sociedad que se ha convertido en urbanícola en un corto período de tiempo, infravalorando y menospreciando la cultura del campo de nuestros antepasados, corremos el peligro cierto de perder en su totalidad el importante pozo de sabiduría y de convivencia con la naturaleza que este pueblo ha acumulado a través de sucesivas generaciones de canarios y canarias. Estas "marcas genéticas" de la historia de nuestras Islas han sido suplantadas, reemplazadas, por la vida urbana, por la economía y los saberes propios de las sociedades industriales y de servicios. A duras penas logramos mantener el frágil equilibrio que supone el violento choque entre dos formas opuestas de contemplar el mundo. Frente al ahorro y aprovechamiento de recursos, al respeto a la naturaleza circundante como parte del circuito económico del medio rural, tenemos el consumismo, el derroche, la sustitución rápida de lo obsoleto por "lo último". También elementos más sutiles como la despersonalización de las relaciones humanas. En las ciudades casi no conocemos a nuestros vecinos de piso pero en Las Portelas, en El Palmar, todos se conocen, todos luchan juntos por conseguir mejorar su calidad de vida sin renunciar a su identidad como espacio rural. Las Portelas constituye uno de esos reductos en nuestro archipiélago que se resiste a cambiar, a seguir la corriente que se impone desde los centros urbanos, desde la televisión y de los medios de comunicación. Es por ello que, desde la administración, debemos realizar un esfuerzo especial por responder a sus demandas.
Asimismo, hay que propiciar y favorecer que los habitantes de las ciudades, en especial los más jóvenes, conozcan la riqueza que alberga esta tierra y porque debe ser conservada a toda costa. Es por ello que este albergue tiene razón de ser, como el de Anaga, o los que le seguirán en los próximos años. El conocimiento es la mejor vía, algunas veces la única, para defender un territorio de las agresiones externas. Lo he reiterado muchas veces, debemos convertirnos en una sociedad culta, consciente y orgullosa de su patrimonio. La educación debe trascender a todos los ámbitos de la sociedad porque ello constituirá la mejor garantía para lograr alcanzar en un futuro no muy lejano "la Isla que queremos".
El pasado jueves estábamos en el albergue todos los vecinos de Las Portelas, los técnicos y el personal de Medio Ambiente y los políticos, con el presidente del Cabildo de Tenerife, D. Ricardo Melchior a la cabeza. No se trataba de un acto preelectoral como podrían pensar algunos sino de una fiesta, de un reconocimiento de un territorio históricamente olvidado durante muchos años. Estoy seguro que los niños que estaban allí esa tarde y sus padres recordarán dentro de muchos años el día en que vio la luz este proyecto del Parque Rural de Teno.
Montañeros, escolares, senderistas, turistas, asociaciones y, en definitiva, cualquier persona que quiera conocer la riqueza de este entorno, sumergiéndose en él durante un fin de semana, podrán a partir del día 1 de abril, llegar a pie a lugares tan emblemáticos de nuestro mundo rural como Teno Alto, Valle Santiago, Los Partidos de Franquis, Rui Gómez, la Tierra del Trigo o todo el Valle de El Palmar; podrán recorrer en unas horas la distancia que les separa de la Isla más antigua, descender por los barrancos de Masca o Los Carrizales, entre palmeras, cardones y tabaibas azules; podrán extasiarse ante una de las panorámicas más espectaculares de las Islas, con el Teide, Pico Viejo y las cumbres de Bilma, divisar la mayor parte de la vertiente norte de Tenerife, hasta Punta de Hidalgo, o contemplar la frontera que separa la Isla que humedece el alisio de la vertiente seca de nuestro sotavento. Será posible internarnos en un bosque del Terciario tan único como es el Monte del Agua y "perdernos" por sus senderos techados por los árboles y la bruma omnipresente.

En conclusión, estamos de enhorabuena por la puesta en marcha de este albergue - en una finca pública de casi dos millones y medio de metros cuadrados y con una inversión total de más de 160 millones de pesetas - que pretende ser algo más que una simple instalación; en ese sentido, quiere representar una apuesta clara del Cabildo Insular de Tenerife en apostar por los espacios rurales más alejados al mismo tiempo que se facilita su conocimiento y la educación ambiental de otros sectores de la población, más urbanos. Por último, quiero agradecer al grupo humano de Medio Ambiente del Cabildo que trabaja y se esfuerza día a día por mejorar la vida de los habitantes del Parque Rural de Teno, y cuya sensibilidad y trabajo se ve materializada hoy en este albergue de Bolico.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 30 de Marzo 2003

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